martes, 25 de enero de 2011

Eres lo que mas quiero en este mundo.

Hace un tiempo mi mamá hizo algo que se lo voy a agradecer toda la vida. Redujo su tiempo y calidad de vida por extendersela a alguien más. Gracias a eso lo tuve a él ocho años más que los que cualquier médico le hubiera diagnosticado. Si eso no es amor, el amor definitivamente no existe. A ella le costó reponerse después de eso, mientras él, estaba perfecto al segundo día. Lo superaron y estaban bien, con altibajos, pero bien. Ocho años, fue la máximo que resistieron su organismo y sus ganas de pelearla. Me cuestiono mucho eso, yo no era la mejor hija, a lo mejor si hubiera sido diferente él hubiera tenido mas ganas de quedarse. No sé, son esas culpas que quedan cuando alguien se va. Gracias a esos ocho años que ella nos regaló hoy puedo hablar como hablo de él. Fueron los ocho años mas importantes de mi vida. Ni los mejores ni los peores, pero sí los más importantes, nunca va a haber nadie como él en mi vida, me dio todo, hizo todo por nosotras.
Fue horrible. La impotencia de ver a mi mamá destruida y no poder hacer nada para calmarla. Creo que perdía al amor de su vida. Parte de ella se iba con él, parte de mí y parte de los que lo quisimos de verdad.
Por esto, mi mamá hoy no es una persona completamente sana, digamos que le falta un órgano, pero se mantiene estable, no demuestra ningún signo de enfermedad ni nada. El viernes pasado estaba mal y me pidió que la acompañe al ''Sanatorio Colegiales'' lugar que odié, odio y voy a seguir odiando por mucho tiempo más. La pasearon por toda la planta baja en una silla de ruedas y a pesar de entender muy poco llegó a decirme ''ésa era la habitación de tu papá no ?''. Después de análisis y varios estudios, los médicos decidieron dejarla internada unas horas para conectarla a un suero. ''La llevamos al tercer piso'' y no fue hasta que bajé del ascensor que me di cuenta donde estaba. En el tercer piso están terapia intensiva, terapia intermedia y atención polivalente. En las tres estuvo él. No había estado en ese lugar desde el 17 de junio del 2008. Me acordé de todo, las cosas que me dijo él mientras estuvo ahí, los horarios de visita, las esperas interminables entre operación y operación y las últimas palabras que le escuche a un médico acerca de él. Antes de internarla mi mamá empezó a hablar de él, y las lágrimas en sus ojos y la dulzura con la que habla de él, es algo que no me voy a olvidar nunca.  Cuando me dejaron pasar a ver a mi mamá, me quede un rato mirando la cama de él y acordándome la vez que me dijo llorando: no llores, en algún momento va a pasar, no se si ahora, pero va a pasar. Últimamente pienso en él demasiado tiempo. Lo extraño, lo necesito, lo quiero.


Mientras Fede pasa por un momento difícil yo estoy acá, haciendo esto, una descarga por medio de un teclado.
Muero de ganas de saber como está, como se siente, que piensa en este momento. Pero no, no lo puedo llamar, supongo que está trabajando, u ocupado en algo como siempre.
Ayer me mandó un mensaje que me dieron unas ganas inmensas de hablar con él, de ir hasta donde estaba, de hacer ALGO, pero no, me dijo ''te molesta si hablamos mañana ?''. Y no, la verdad que no, no me molesta. Yo pasé algo peor y lo pasé sola. Pude, me costó pero pude. La diferencia es que el elije estar solo, a mi no me quedo otra y aprendí a hacerme amiga de esa soledad con el tiempo y las circunstancias. No estaba acostumbrada a estar sola, menos en momentos difíciles y hubiera estado mas que agradecida si alguien, quien fuera, hubiera estado ahí para mí.
Hoy, yo estoy para él, pero prefiere esa soledad que algún momento yo odie y aprendí a amar. Todo esto y lo del viernes removieron cosas, me puse mal otra vez y acá estoy, sin él, con mi amada/odiada soledad.
Ya ni espero que suene Teddy Picker avisándome que tengo un mensaje, ni me fijo si dió señales de vida en facebook, ni nada. Dejame amor, dejanos. Así estamos bien por ahora.

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